lunes, 27 de abril de 2009

PASIÓN


Fuego que corre como saeta por nuestras venas, ... brioso, alborotado, destellante, vivaz.
Fuego que nos inunda, quitándonos el aliento y dándolo, al mismo tiempo...
Fuego que nos enciende en el tiempo exacto en que la vida lo necesita.
Ayer busqué mi propia leña, mis propias ramas, para encenderme y mientras muy de a poco las primeras luces de fuego naranja y rojo aparecían en mi corazón, sentí que el calor me iba llenando y las luces se iban encendiendo... y lentamente otras almas se iban acercando. Me gustó y dejé que se acercaran, ellas tenían sus propios fuegos, sus propias pasiones, e hicimos entre todas un fuego cálido y duradero, ese que dura toda la noche, ese que al amanecer aún está vivo y calentando.
La verdadera esencia del fuego, es el atraer desde la luz, desde el calor, desde la danza de sus lenguas.
Esa esencia aún debe ser descubierta por muchos y por muchas..., pero lo mejor de todo es que allí está, nunca se apaga. Ni la muerte puede apagarlo.
La muerte... ese estado increiblemente "iniciático" y lleno de nueva vida. Creo que el fuego, la pasión, es el hilo dorado, sutil y perfecto, que nos lleva a ese otro plano donde poder seguir... amando.
Cuando creamos que sólo las cenizas de un inmenso fuego quedan en pie, acerquemos las manos, y el calor, que vive por siempre, nos volverá a la vida.

Fuego

Vida

Luz

Amor

Alma... fuego.

MUJERES DE FUEGO

Amazonas que queman, incineran, no se detienen; aman hasta morir, sin darse cuenta cuando renacerán. Aman el mismo fuego que las consume y les da vida. Explotan en miles de chispas de creación y así, amando y encendiendo sus fuegos, soplados por miles de vientos peregrinos, las alimentan y las hacen brillar.




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